Los fabricantes alemanes de automóviles de gama alta sufrieron un duro golpe en su país y en China en 2024.

De acuerdo con la agencia de noticias Reuters,  los consumidores más ricos frenaron sus compras en medio de una economía incierta y de unas ventas de vehículos eléctricos más lentas de lo esperado.

Y es que BMW informó el lunes de una caída del 2.3 por ciento en las ventas totales de vehículos en su marca a nivel mundial, en comparación con un declive del tres por ciento en Mercedes-Benz y Porsche, y un desplome del 12 por ciento en Audi de Volkswagen.

En China y Alemania, sin embargo, BMW registró caídas del 13.4 por ciento y el 5.3 por ciento, respectivamente, mientras que las ventas de Mercedes se redujeron un siete por cuento y un nueve por ciento, mientras que las ventas de Audi declinaron un 11 por ciento en China y un 21 por ciento en Alemania.

El mercado nacional chino, el mayor del mundo, mantuvo un crecimiento constante en 2024, pero los fabricantes extranjeros con líneas de vehículos eléctricos menos competitivas perdieron terreno frente a sus rivales chinos, ya que la guerra de precios y las subvenciones a la compra de autos más ecológicos impulsaron la demanda.

En Alemania, la demanda de automóviles se mantiene muy por debajo de los niveles prepandémicos, con unos 2.8 millones de autos vendidos el año pasado, cerca de un uno por ciento menos que en 2023 y una cuarta parte por debajo de las ventas de 2019.

Las ventas de autos eléctricos en el país se han reducido una cuarta parte respecto a 2023, según los datos de las autoridades alemanas del motor, mientras que las de híbridos aumentaron un 12 por ciento, hasta cerca de 950 mil. 

Las ventas de solo eléctricos de BMW a nivel mundial se resistieron a la tendencia, aumentando un 13.5 por ciento, a cerca de 430 mil, mientras que las de Mercedes-Benz cayeron un 23 por ciento.

Un punto positivo para Mercedes fue un alza del 34 por ciento en sus ventas de autos de gama alta en el cuarto trimestre, impulsado por la sólida demanda de Estados Unidos, una señal de que los concesionarios pueden estar almacenando inventario antes de que Donald Trump imponga aranceles más altos a los automóviles fabricados en Europa.